RAMBLIN’ MAN FAIR 2015 – 2nd DAY

RAMBLIN’ MAN FAIR domingo 26 de julio de 2015

Blues Pills

Blues Pills

El segundo día del Ramblin’ Man Fair comenzó con uno de los platos fuertes para nosotros, los suecos Blues Pills, que abrían las hostilidades de ese día en el escenario principal bajo una suave pero molesta lluvia. Con su homónimo disco de debut publicado el pasado año, esta joven y prometedora banda se han puesto al nivel de otras bandas nórdicas influenciadas fundamentalmente por los primeros Black Sabbath como Horisont, Graveyard o The Vintage Caravan, sólo que las influencias de Blues Pills recuerdan también a los Fleetwood Mac de Peter Green o incluso a Free. Apenas tuvieron tiempo de presentarnos media docena de temas -5 de ellos de su LP y una versión de Tony Joe White-, todos ellos más alargados respecto a sus versiones en estudio y con más groove y mejores solos. La prensa británica dice que en cada gira crecen a pasos agigantados. Nosotros era la primera vez que los veíamos y la verdad es que nos volaron la cabeza, sobre todo su cantante Elin Larsson, de la que no puedes apartar la vista ni un solo momento, no sólo por su belleza, sino porque es un auténtico torbellino en escena. Esperamos ansiosos una gira suya por salas de España, dado que la anterior la tuvieron que cancelar por problemas de salud.

Elin larsson

Elin larsson

Con el buen sabor de boca que nos dejaron Blues Pills fuimos a la carpa, que ese día estaba dedicada al blues, para ver a Ian Siegal, que armado tan solo con una guitarra “resonator” nos deleitó con su blues muy estilo Delta, recordando incluso al gran Robert Johnson. Resultó muy original su versión del clásico “John The Revelator” donde utilizó la guitarra tan sólo como instrumento de percusión, y que consiguió que se metiera en el bolsillo a la gran cantidad de público que se agolpaba en la carpa al refugio de la lluvia.

Ian Siegal

Ian Siegal

Como no era plan de mojarse demasiado a horas tan tempranas permanecimos en la carpa, donde Aaron Keylock nos presentó su propuesta en formato power trio. Blues-rock de libro, con temas que abarcan desde el hard-blues estilo Page hasta las baladas blues de estilo Moore o Clapton. Es increíble cómo toca la guitarra este muchacho a pesar de su juventud, aunque es cierto que su voz en directo no suena tan definida como en estudio. A pesar de este pequeño hándicap, un bolo muy bueno y un músico con mucho futuro.

Aaron Keylock

Aaron Keylock

Después de esto tocaba mojarse porque The Quireboys iban a pisar el escenario principal, y aunque los haya visto 4 ó 5 veces en el último par de años, la verdad es que es un grupo que nunca falla. Posiblemente sea la banda que mejor ha cogido en las últimas décadas el testigo que dejaron The Faces, con ese estilo de rock cervecero y divertido, que se puede apreciar en clásicos incontestables que sonaron aquella tarde como “Too Much Of A Good Thing”, “This Is Rock ‘N’ Roll” o “7 O’clock”.

Quireboys

Quireboys

público a remojo viendo a Spike & Co.

público a remojo viendo a Spike & Co.

Y para qué moverse del escenario principal, si lo que venía a continuación iba a ser de traca! Tras The Quireboys subieron al Classic Rock Stage la mejor banda surgida en los últimos 2-3 años, The Temperance Movement, de los que ya os he hablado en otras muchas ocasiones, y lo único que puedo decir de ellos es que son cada vez mejores. Su líder Phil Campbell es cada vez más histriónico en escena, pero en ningún momento deja de lado su faceta vocal en pos de la “teatral”. Y la banda que le rodea está perfectamente engrasada, y no parece haber escenario que se les quede grande.

The Temperance Movement

The Temperance Movement

Su repertorio se basa fundamentalmente en temas de su homónimo disco de debut, que ya he comentado ampliamente en otros artículos, aunque es cierto que en directo juegan con las canciones alargándolas con jams que recuerdan, por ejemplo, a los Black Crowes. Pero aquí nos presentaron también unos cuantos temas nuevos, que esperemos que aparezcan en su próximo lanzamiento que tendrá lugar a finales de año, y que tenían un aire muy a lo Free. Va a ser uno de los discos del año seguro. Y su concierto fue, sin duda, uno de los mejores del festival.

Phil Campbell

Phil Campbell

Y seguimos sin movernos del Main Stage porque los siguientes en subir eran ni más ni menos que Rival Sons. Viendo la reacción del público ante la salida al escenario de los angelinos te das cuenta del estatus que ha adquirido esta banda en el Reino Unido, fundamentalmente a raíz de la publicación de esa obra maestra llamada “Great Western Valkirie”. Me pareció genial por su parte el tener la valentía de abrir el concierto con “Belle Star”, una de las perlas escondidas de su última obra pero que no ha formado parte del repertorio en su última gira. Una buena manera de premiar a sus fans más leales. El resto del set-list, quitando “Where I’ve Been”, fue mucho más obvio, más greatest hits, pero destacando el hecho de que, de los 8 temas interpretados, 5 pertenecen a su último LP. Eso se llama tener confianza en sí mismos.

Rival Sons

Rival Sons

Intentando ser objetivo, lo cual me es imposible con esta banda, podríamos afirmar que, dentro de la escena revival de rock clásico de los últimos 10 años, Rival Sons son de lo mejorcito, junto con Blackberry Smoke, y lo increíble es que parece que aún tienen margen de crecimiento. Cuento las horas para su próximo disco y su próxima gira, porque posiblemente fuese el mejor concierto de la jornada y uno de los mejores del festival.

Scott Holiday

Scott Holiday

Rival Sons con un Jay Buchanan pletórico al frente

Rival Sons con un Jay Buchanan pletórico al frente

Tras semejante dosis de rock fuimos a ver a Joanne Shaw Taylor durante un par de canciones, y nos dejó un gran sabor de boca y con ganas de más. Temazos de blues-rock de herencia Zeppelin con buena presencia escénica y sonidazo de guitarra, todo ello en formato power-trio.

Joanne Shaw Taylor

Joanne Shaw Taylor

Aprovechando que la lluvia había remitido volvimos de nuevo al exterior, en esta ocasión al escenario Prog, porque iba a pisarlo ni más ni menos que Ian Anderson con su banda. El líder de Jethro Tull en solitario suele presentar repertorios bastante sorpresivos, pero en esta ocasión optó en su mayoría por temas de su antigua banda. Así, en la parte del concierto que vimos nosotros se atrevió, por ejemplo, con “Thick As A Brick” y “Too Old To Rock’n Roll”, y dejó para el final, que ya no pudimos ver, otras joyas como “Locomotive Breath” o “Aqualung”.

Ian Anderson

Ian Anderson

Con semejante repertorio está claro que ya tienes la partida ganada de antemano, pero cuando tienes una bandaza como la suya, con un sonido absolutamente impecable, y encima no necesitas más que subir un poco la pierna mientras tocas la flauta travesera para que la gente se vuelva loca, ya está todo dicho. Por ponerle una pega, tal vez sobró el solo de guitarra interpretando una pieza de Bach.

Ian Anderson con su famosa flauta travesera

Ian Anderson con su famosa flauta travesera

Dejando a Ian Anderson a mitad de concierto volvimos de nuevo a la carpa para ver a una leyenda como Bernie Mardsen. La verdad es que, más si cabe después de verle algo pasado de peso encima del escenario (joder, parezco Cubillo), esperaba encontrarme a una vieja gloria viviendo de las rentas y apenas capaz de moverse, pero me topé con un pedazo de guitarrista en un estado de forma brutal, a pesar de su condición física, con una gran banda, donde destacaba Neil Murray al bajo, y con un repertorio, por supuesto, matador. Porque recordemos para los menos iniciados que este tipo estuvo en Whitesnake desde 1978 hasta 1984.

Bernie Mardsen

Bernie Mardsen

Aquí se presentaba con la excusa de promocionar de Shine, su nuevo álbum recientemente editado, pero lo mejor de su repertorio fueron, por supuesto, temas pertenecientes a la etapa clásica de Whitesnake, como “Walking In The Shadows Of The Blues”, “Fool For Your Loving” o “Ain’t No Love In The Heart Of The City”, además de fantásticas versiones de temas como “Key To The Highway” (de Derek and The Dominos) o “Sitting On The Top Of The World” (de Cream). Vamos, que al chaval le gusta Eric Clapton.

Bernie Mardsen, y el de pelo blanco es Neil Murray

Bernie Mardsen, y el de pelo blanco es Neil Murray

Abandonamos la carpa cuando sonaba “Here I Go Again”, una de las canciones más destacadas del rock 80’s, pero es que en el escenario principal estaba nada menos que Gregg Allman, líder de The Allman Brothers Band, tocando en ese mismo momento “Statesboro Blues”, la canción que abría el que muchos consideran el mejor álbum en directo de la historia del rock, el mítico “Live At Fillmore East” de los Allman Bros. Fue un momento un poco surrealista el escuchar un tema con el oído izquierdo y el otro con el derecho.

Gregg Allman con Robert Johnson en la pantalla gigante

Gregg Allman con Robert Johnson en la pantalla gigante

A partir de aquí Gregg Allman nos ofreció un show con el típico sonido cercano al jazz fussion latino que ya nos mostró en sus conciertos en Vitoria en el Azkena Rock de 2011, pero con un repertorio mucho más centrado. Así, temas como “Done Somebody Wrong”, “Stormy Monday”, “Soulshine”, “Melissa” o la mítica “Whipping Post” hicieron las delicias de los fans más acérrimos de los Allman, a pesar de que algunas de ellas eran casi irreconocibles al pasarlas por ese tamiz de jazz y quitarles gran parte de la fuerza guitarrera de sus versiones originales.

Gregg Allman atreviéndose con su strat

Gregg Allman atreviéndose con su strat

Como nota negativa cabe mencionar una jam muy free-jazz de más de 10 minutos a mitad de concierto que sirvió para que el bueno de Gregg recuperase fuerzas, pero que a mí personalmente, después de un largo día pasado por agua, me partió el ritmo totalmente y ya no me pude recuperar después de semejante bajón.

Merece ser digno de mención que la madre de Gregg había fallecido dos días antes del concierto, pero éste optó aún así por no cancelar su show. Muy grande.

A la par que Gregg Allman estaban Marillion en el Prog Stage, pero lo poco que vi de ellos me pareció un show demasiado pasado de vueltas por parte de Steve Hogart. Parece mentira que una banda tan potente y con tanto nombre en la escena progresiva tenga que basar sus shows en los artificios de semejante personaje.

Marillion

Marillion

Así tocó el Ramblin’ Man Fair a su fin, pero después de dos días frenéticos pudimos sacar una conclusión fundamental, que destaca por encima del resto: EL AÑO QUE VIENE VOLVEMOS.

Keep on Rockin’!

Dr. Pretorius

Etiquetado .Enlace para bookmark : Enlace permanente.

Deja una respuesta