DISCOS UNDERGROUND ACTUALES QUE DEBERÍAN SER CONSIDERADOS AUTÉNTICOS CLÁSICOS (III)

Hoy os voy a presentar un par de discos de mediados de la pasada década de dos bandas americanas que giraron juntos por Europa y que dieron un concierto brutal en las sala de arriba del Antzoki bilbaíno el 29 de noviembre de 2015.

SCORPION CHILD – SCORPION CHILD (Nuclear Blast, 2013)

Éste es el primer disco de estos texanos que practican un rock duro con influencias de metal primigenio y toques psicodélicos, pero con canciones muy melódicas. Sus canciones tienen ritmos muy marcados -como la adictiva Polygon of Eyes- y la voz de su lider Aryn Black está casi siempre al límite. Las guitarras son mayormente densas y saturadas pero con ciertos matices habituales en otros géneros musicales que le dan un toque distintivo y hacen que la monotonía normalmente imperante en este estilo de música no haga acto de presencia en ningún momento.

Scorpion Child en el Antzoki de Bilbao

Es difícil destacar unas canciones sobre otras en este sensacional trabajo, pero temas como Liquor, Kings Highway o la ya mencionada Polygon of Eyes son auténticos singles.

En su momento su sello los presentó como una alternativa al nuevo reinado de Rival Sons y Graveyard, y aunque les faltó consistencia en su carrera para ser comparados a estas bandas (sobre todo a Rival Sons), es cierto que con este disco deberían haber tenido bastante más repercusión de la que obtuvieron.

CROBOT -SOMETHING SUPERNATURAL (Nuclear Blast, 2014)

Aquí tenemos otro disco de debut, en este caso de la banda de Pennsylvania Crobot. Something Supernatural es casi un disco conceptual, centrándose en ciertos mitos satánicos y sobrenaturales. Títulos como Skull of Jeronimo, Chupacabras o La Mano de Lucifer lo dicen todo. Crobot presentan también un rock duro muy melódico, pero con un toque bastante más moderno en su sonido. En directo me recordó por momentos a unos Rage Against The Machine, pero con un pedazo de cantante como es Brandon Yeagley, una auténtica bestia vocal tanto en disco como en directo. Las guitarras de Chris Bishop son geniales con sus scratches, sus adictivos riffs de notas simples a lo Tom Morello y su uso del wah. Escucha Nowhere To Hide como una buena muestra de ello. Y la base rítmica no desmerece el conjunto, ni mucho menos.

Crobot en el Antzoki de Bilbao

Prácticamente todas sus canciones son matadoras, pelotazos brutales con estribillos de los de corear puño en alto haciendo headbanging.

Tras este primer LP siguieron sacando discos con distintos cambios de formación en los que sólo permanecieron el cantante y el guitarrista. Esperemos tenerlos de vuelta cuando superemos esta maldita pandemia.

Keep on Rockin’!

Dr. Pretorius

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